Collioure from ies joan miro
Edén al Oeste de Costa Gavras
Elías es un joven emigrante que debe afrontar numerosos contratiempos para entrar ilegalmente en la Unión Europea. Al igual que en "La Odisea", el Mar Egeo es el escenario de sus aventuras. Después de innumerables peripecias, de una escala en el paraíso y una estancia en el infierno, su periplo termina en París. Es un intento recrear el viaje de aquellos que cruzaronn tierras y océanos embravecidos a la búsqueda de un hogar. La historia de Elías no es la de Ulises, ni tampoco la de Jean-Claude ni la mía. Pero me veo reflejado en Elías, un extranjero que no me es extraño.
película Kon-TIKI
En 1947, el explorador noruego Thor Heyerdahl cruzó el Pacífico en una balsa de madera para demostrar que los indígenas de Sudamérica anteriores a Colón también podían haberlo cruzado para instalarse en la Polinesia. Thor, con un equipo de cinco hombres, recorrió en 101 días 8.000 kilómetros en una travesía épica durante la cual hubo de enfrentarse a tormentas, tiburones e incluso al hambre.
Mario Benedetti
Defender la alegría como una trinchera
defenderla del escándalo y la rutina
de la miseria y los miserables
de las ausencias transitorias
y las definitivas
defender la alegría como un principio
defenderla del pasmo y las pesadillas
de los neutrales y de los neutrones
de las dulces infamias
y los graves diagnósticos
defender la alegría como una bandera
defenderla del rayo y la melancolía
de los ingenuos y de los canallas
de la retórica y los paros cardiacos
de las endemias y las academias
defender la alegría como un destino
defenderla del fuego y de los bomberos
de los suicidas y los homicidas
de las vacaciones y del agobio
de la obligación de estar alegres
defender la alegría como una certeza
defenderla del óxido y la roña
de la famosa pátina del tiempo
del relente y del oportunismo
de los proxenetas de la risa
defender la alegría como un derecho
defenderla de dios y del invierno
de las mayúsculas y de la muerte
de los apellidos y las lástimas
del azar
y también de la alegría
defenderla del escándalo y la rutina
de la miseria y los miserables
de las ausencias transitorias
y las definitivas
defender la alegría como un principio
defenderla del pasmo y las pesadillas
de los neutrales y de los neutrones
de las dulces infamias
y los graves diagnósticos
defender la alegría como una bandera
defenderla del rayo y la melancolía
de los ingenuos y de los canallas
de la retórica y los paros cardiacos
de las endemias y las academias
defender la alegría como un destino
defenderla del fuego y de los bomberos
de los suicidas y los homicidas
de las vacaciones y del agobio
de la obligación de estar alegres
defender la alegría como una certeza
defenderla del óxido y la roña
de la famosa pátina del tiempo
del relente y del oportunismo
de los proxenetas de la risa
defender la alegría como un derecho
defenderla de dios y del invierno
de las mayúsculas y de la muerte
de los apellidos y las lástimas
del azar
y también de la alegría
Mario Benedetti